sábado, 16 de enero de 2010

LA HORA DE LA CRISÁLIDA

De un cuento que me contó Sara.

El jarro que gotea y riega así las flores de la vereda
el caracter inútil el trazo absurdo que rubrica la huella única de cada vida
el pedazo quebradizo que evita que se descomponga
cada unión caprichosa de materia inerte que sin embargo respira
el traste inútil que es el tesoro de cada casa llena de vida o ruina
la ceniza gris la lágrima la carcajada que nos protejen del frío y la monotonía
y que hacen posible que cada noche decline el día
y prometen que volverán al alba que todo seguirá igual
y que entonces serán distintas.

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