sábado, 12 de junio de 2010

LO QUE NO TE PUDE CONTAR (NO TE ENFADES MUJER...)

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Hoy he visto una luciérnaga muerta,
se me ha comido
la tormenta primero y después la niebla
he puesto piedra
he comido cerezas y bebido cerveza
he revisado dos poemas y he pensado en ti
y ahí
he perdido la cabeza.
Todo lo demás ha sido espera
de ti y de mí
del momento de rozarte entre las piernas.

domingo, 6 de junio de 2010

QUÉ GRAN SOLUCIÓN

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...pobre parado, qué despistado,
¡si hoy ni ha cenado!
Qué desgraciado.
¡Hay que ayudarlo!
¡Hay que insertarlo!
¡Reeducarlo, recuperarlo, reorientarlo!
¡Hay que hacer algo!
Se nos ocurre subvencionarlo,
entretenerlo, reciclarlo.
Ya no queda otra: apadrinarlo.
¡Y es que hay que callarlo!
¿Y darlo en adopción,
como a uno de esos niños del montón?
¡Se lo llevaría un guiri,
se dejaría un pastón!
Y en el lote le incluímos dos ninis,
un pensionista, un inmigrante
y un ladrón.
¡Se bajarán los impuestos!
¡Reinará la ilusión!
¡Nos votarán felices!
Ay...
qué gran solución.

DE ARRIBA A ABAJO (EN QUÉ ESTARÍA YO PENSANDO)

No nació el hombre para habitar las cumbres quizás sí para buscar los valles donde se oyen los torrentes pero callan los errantes que nos rollen pensantes o para anidar en los rompientes que disuelven constantes los acantilados y suavizan las pendientes pero pendientes de un hilo dejamos de dar brillo a lo mundano y nos hacemos rugir en lo corriente y entre tanto nos vamos volviendo viejos mardanos que buscan el centro del rebaño buscándonos el daño huyendo del llano hasta la cima y en el descenso necesario cuando llega el momento de elegirlo se nos hacen extraños todos los caminos.

DESDE SIESO CON AMOR

I de 1

Hay un canal para el ruido de este lado de la música.
Versión libre vuelo libre.
Hay un canal para el silencio de este lado de la noche.
Cielo libre vuelo libre.

II de 2

Un paréntesis como de tiempo otra victoria dentro otra noche y el miedo pero con vosotros los sinceros sin rostro ciego y también sueño y tedio a veces esperanza en creces nadando como peces vivos a contracorriente exprime el presente siente lo que sientes con mil razones tientes a la suerte que de ti sólo depende ir sumando sensaciones o perdiendo perdiciones que la única perdición es no ir nadando hacia la muerte y qué suerte seguir vivo inevitable sigo en vilo se me clava este filo cuatro dedos por encima del ombligo enebro el hilo y me coso la herida y me gano otra partida perdida de antemano que nos quieren ver gusano y resisto y persisto en no arrastrarme remolcarme revolverme para siempre sin mentira por librarme de la ruina que asola emboba y envejece por verte doblado por el yugo que yo le saco jugo a los alientos y siento si a veces te miento y caigo genuflexo sediento de sexo y drogas no me contéis más trolas que bastante tengo con ganarme el sustento y lidiar en vuestro encierro laberinto infinito nos cambian las salidas de sitio pero tú sigue buscando tras todas esas plazas que cierran y condenan a vivir con la pena y el hambre de caricias de amantes que siempre habrá rendijas por donde colarse y amarse y rozarse el corazón y arder sin razón y prender y darle vida y acabar así con la mentira y quedarnos esta noche solos vida en este globo y salgan ya del lodo la pena y la pasión la coba y la saña que fundan la patraña y esta extraña forma de razón.

I de 3

Que todos los que estamos
seamos unidos el consuelo
la derrota de los miserables que nos perdieron
la victoria de los ingenuos.

HACE FALTA

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Hace falta querer tener los ojos como fuego,
querer que la piel se haga trizas contra el suelo
para empezar de nuevo y admitir que al fin
la sequía del pasado dio sus frutos poblados
de agujas o de ausencias y sin embargo
hace falta querer dejar ya el desierto
que arrancara versos de mi garganta asfixiada
y sentir de nuevo el deseo en la mirada
y querer sentir lengua sobre lengua
y dejarse llevar por la lujuria fiel escape
y que esa palabra estéril
esa boca de mujer fértil
se transforme en herramienta del deseo
mi cuerpo y otro cuerpo
y un halago como sustento
y una nueva mirada incipiente como aliento
que desde el otro lado del cobijo que le precede
te desea y no se atreve.