jueves, 2 de diciembre de 2010

HORIZONTE

.
Sólo en la línea inalcanzable
que separa el mar del cielo
lo sumergido de lo inalcanzable
se encuentra ahora la frontera
entre el futuro y lo vivido
entre lo inventado y lo inimaginable
en ese punto fijo donde clavo
Ahora
todos mis sentidos
más allá de lo que seremos y de lo que fuimos.

lunes, 8 de noviembre de 2010

METRO DE MADRID

.
No es cierto el cielo siempre azul de los andenes,
no es cierto el eco del vagón que hace su entrada,
que todo es un viaje a ninguna parte,
que es una parte azul, absurda, de este juego,
sólo una regla.
Oz sí existe en este agujero, pide un deseo.
El mío es un destierro que nos sacara del sueño, del subsuelo,
de las dudas, de los deudores del cielo
que se revelaría azul a los andenes
y ya no habría escaleras, ni silbidos que no son voces ni voces ni nada
y el otro lado del andén sería al fin la respuesta
que brincara entre los escombros, y dar contigo, anónimo,
y que ya no sea azul la pared al otro lado del sueño
sino la certeza de que nada es cierto,
de que en todo lo azul hay un cielo
y sólo desde lo azul de tu mirada
puedes reconocerlo.

viernes, 1 de octubre de 2010

EL TEMPLO EN LLAMAS

.
Y heme aquí,
En el templo, junto al vertedero,
Bajo el muerto entre sus palos
Que en su altura se harta ya
Del fruto de su locura o quizás llora
Al latino que barre las flores de celebrar,
De aparentar la farsa de la alianza.
Esclavo en su puerta, de la fe y la usura
Y el templo en llamas,
El muerto, aún vivo, comprende al fin que arderá dentro.
Comprende y calla.

SIN TÍTULO

Le debo a la mañana el sol y al barranco el viento
Mis quehaceres a estas manos agrietadas,
Toda la rabia a mis mil tormentas
Le debo al pasado un momento
Un sinfín de cariño a los días de la infancia
Le debo a la tierra mis pies
al bosque la lumbre
Y a tu alcoba ese otro fuego
Le debo a mi pecho todo el respeto
Le debo a mi vida un sueño.

MUERTE

.

Ademán de derrota
Con que bajar la última escalera
Y ese quejido que cruje
Como pisar cristal.

Piedra negra latiendo en las entrañas
Creciendo dilatada por el fuego
De tanto infierno dentro.

Quiere morir la flor
Regada por la mano de la discordia.

Al otro lado está la sombra.
Al otro lado y no hay luz suficiente
En este que haga renunciar
Al paso fúnebre de vientre hinchado
Que va directo al lado de la sombra
Pues sólo sombra es ya
Lo que le devuelve el espejo devorado.
El verano no es para escribir. Éste me ha traído muchos recuerdos y me he puesto a repasar viejos cuadernos y me he encontrado con esto.

lunes, 9 de agosto de 2010

HAY PALABRAS

“Y no me perderé
en las palabras
corrompidas por el uso”
Tahures Zurdos

Hay palabras que llenan silencios,
que no dicen nada,
que matan el tiempo,
que siguen la farsa.
Hay palabras que mueren estranguladas en la garganta
y resuenan en la cabeza los próximos mil dias.
Hay palabras que no hace falta decir si se cruzan dos miradas,
si se rozan las manos y se estremece la piel y salta el pálpito
de que es ella, de que ahora sólo es ella...
Hay palabras corrompidas por el uso
que desgastan los afectos
y hacen levantar las defensas.
Hay palabras que al solo contacto con el aire se avinagran
y los rostros de quienes las escuchan se vuelven nudos fruncidos
y ojos de resquemor.
Hay palabras nacidas para no ser dichas,
que sólo de oirlas pierden su sentido y se hacen ruido
y que sólo pueden ser oídas nítidas, plenas, desde el silencio
o que sólo aceptan ser pronuciadas junto al fuego
o a la sombra de una noguera entre susurros.
Hay palabras entrecortadas por el miedo,
gritadas por el odio,
dichas en chemecos sin mirar a los ojos,
dichas con las manos sobre los hombros,
dichas entre abrazos.
Intrascendentes, pulcras, sabias, hipócritas, dulces, serenas, hartas...
Pero las más necesarias,
las que versarían la vida como un poema,
las que te dice el silencio por dentro,
la amada con los ojos,
la lumbre cuando chasca,
el alba cuando llueve o se desgrana,
ésas que te dejaran helado o el pulso te aceleraran,
casi siempre saltan de un lado a otro de las orejas
o no salen de las bocas por vergüenza
o las callan los ruidos de los canales de ausencia
o se disipan como las tormentas
que suenan y suenan pero sin derramar lágrimas
por no permanecer callados cuando el mundo,
desde cualquier esquina,
calla o habla.

MEN TEN FE RMA

.

Tiene un imán,
es recurrente,
exagera el gesto para dolerte.
Vampiriza.
Entre pasión y virtud siembra un dilema,
te enraiza en la culpa,
paraliza tus piernas,
mimetiza la enseña
y arrastra al caos.
Construye tu vida,
diluye las salidas,
te interna en ti, tu única trena,
se expande en ti como cangrena,
te obliga a cargar con sus cadenas
y te arrastra al caos.
Se corona tu rey aboliendo la ternura como ley,
y decretando la suya, la de la moneda de cambio,
y la grey del salario
sumisa acepta el tránsito,
precisa de un mandatario,
de los designios de un sátiro,
contribuye al erario que paga
la nómina del sicario que si no mata
arrastra al caos
embaucando al mundo
con el bulo de su flagrante presencia
pero su excelencia: Basta.
Su excelencia, su corbata;
su excelencia, su estola santa;
su excelencia, hágale un nudo;
su excelencia, ahora
páselo por su garganta.

sábado, 31 de julio de 2010

Parar

.
Parar un instante,
sentir el calor,
sentarme, callar y ver el mundo desde el tejado
y saber.
Saber a ciencia cierta y de repente
que éste soy yo,
que éste es mi cuerpo cansado,
que éste es mi trabajo,
que así hago y deshago el nudo entre mis manos.

Parar.
Parar un instante,
escuchar al cárabo,
sentarme, callar y ver la canal desde este peldaño
y saber.
Saber a ciencia cierta y de repente
que estoy solo,
que te echo de menos,
que éstas son mis manos vacías,
que soy un extraño.

Buscar el agua.
Buscarme abajo, en el fondo de un barranco,
encontrarme aterido por el agua del deshielo,
olvidar entonces tanto rigor y sentirte a mi lado,
regalarme en tu cuerpo desnudo
y saber.
Saber a ciencia cierta y de repente
que eres tú,
que éste es mi descanso,
que éste es mi cuerpo encendido,
que así te acarician mis manos desatadas.
Parar.
Parar un instante,
mirarte de reojo,
saciarme de tu olor mientras te tengo.

Reconocerme único, sólido a pesar de tanto hueco.
Parar y buscar el valle con los ojos,
parar y buscar el agua con el sudor de mi cuerpo,
parar y buscar tu cuerpo con las yemas de mis dedos,
parar y buscar a ciegas a los que no tengo
y llorar y entender que soy.
Entender que es mi momento y exprimirlo
y exprimir tu sexo y las ausencias,
las piedras y el sol de julio en el prepirineo,
exprimir las aguas, el cierzo, lo justo del silencio,
lo frágil de mi pecho,
lo leal de este cuerpo que mueve y mueve,
sin parar de un lado a otro de mis huecos
tanta materia,
tantas ausencias,
tantas ausencias...

De "La hora de la crisálida". Sin título

.
A las puertas del cementerio
hay dos pinos doblados por el cierzo
(árboles bandera creo que los llaman),
insignia de no sé qué muertes,
emblema de un mismo destino.
Los cipreses que indican el paso al cielo
cabecean como dudando del camino
o negándose a decirlo.
Adelfas podadas rasas
para no quitarle sol a los nichos,
para no privar de luz a los cristos que embellecen,
envilecen y son testigos
del mohín maqueado de los difuntos,
del polvo entre tanto muerto que no rozará siquiera
ni el cielo
ni el suelo
ni el infierno
porque polvo fuimos pero entre cuatro paredes
como si siguiéramos vivos
en polvo no nos convertiremos.

sábado, 12 de junio de 2010

LO QUE NO TE PUDE CONTAR (NO TE ENFADES MUJER...)

.
Hoy he visto una luciérnaga muerta,
se me ha comido
la tormenta primero y después la niebla
he puesto piedra
he comido cerezas y bebido cerveza
he revisado dos poemas y he pensado en ti
y ahí
he perdido la cabeza.
Todo lo demás ha sido espera
de ti y de mí
del momento de rozarte entre las piernas.

domingo, 6 de junio de 2010

QUÉ GRAN SOLUCIÓN

.
...pobre parado, qué despistado,
¡si hoy ni ha cenado!
Qué desgraciado.
¡Hay que ayudarlo!
¡Hay que insertarlo!
¡Reeducarlo, recuperarlo, reorientarlo!
¡Hay que hacer algo!
Se nos ocurre subvencionarlo,
entretenerlo, reciclarlo.
Ya no queda otra: apadrinarlo.
¡Y es que hay que callarlo!
¿Y darlo en adopción,
como a uno de esos niños del montón?
¡Se lo llevaría un guiri,
se dejaría un pastón!
Y en el lote le incluímos dos ninis,
un pensionista, un inmigrante
y un ladrón.
¡Se bajarán los impuestos!
¡Reinará la ilusión!
¡Nos votarán felices!
Ay...
qué gran solución.

DE ARRIBA A ABAJO (EN QUÉ ESTARÍA YO PENSANDO)

No nació el hombre para habitar las cumbres quizás sí para buscar los valles donde se oyen los torrentes pero callan los errantes que nos rollen pensantes o para anidar en los rompientes que disuelven constantes los acantilados y suavizan las pendientes pero pendientes de un hilo dejamos de dar brillo a lo mundano y nos hacemos rugir en lo corriente y entre tanto nos vamos volviendo viejos mardanos que buscan el centro del rebaño buscándonos el daño huyendo del llano hasta la cima y en el descenso necesario cuando llega el momento de elegirlo se nos hacen extraños todos los caminos.

DESDE SIESO CON AMOR

I de 1

Hay un canal para el ruido de este lado de la música.
Versión libre vuelo libre.
Hay un canal para el silencio de este lado de la noche.
Cielo libre vuelo libre.

II de 2

Un paréntesis como de tiempo otra victoria dentro otra noche y el miedo pero con vosotros los sinceros sin rostro ciego y también sueño y tedio a veces esperanza en creces nadando como peces vivos a contracorriente exprime el presente siente lo que sientes con mil razones tientes a la suerte que de ti sólo depende ir sumando sensaciones o perdiendo perdiciones que la única perdición es no ir nadando hacia la muerte y qué suerte seguir vivo inevitable sigo en vilo se me clava este filo cuatro dedos por encima del ombligo enebro el hilo y me coso la herida y me gano otra partida perdida de antemano que nos quieren ver gusano y resisto y persisto en no arrastrarme remolcarme revolverme para siempre sin mentira por librarme de la ruina que asola emboba y envejece por verte doblado por el yugo que yo le saco jugo a los alientos y siento si a veces te miento y caigo genuflexo sediento de sexo y drogas no me contéis más trolas que bastante tengo con ganarme el sustento y lidiar en vuestro encierro laberinto infinito nos cambian las salidas de sitio pero tú sigue buscando tras todas esas plazas que cierran y condenan a vivir con la pena y el hambre de caricias de amantes que siempre habrá rendijas por donde colarse y amarse y rozarse el corazón y arder sin razón y prender y darle vida y acabar así con la mentira y quedarnos esta noche solos vida en este globo y salgan ya del lodo la pena y la pasión la coba y la saña que fundan la patraña y esta extraña forma de razón.

I de 3

Que todos los que estamos
seamos unidos el consuelo
la derrota de los miserables que nos perdieron
la victoria de los ingenuos.

HACE FALTA

.
Hace falta querer tener los ojos como fuego,
querer que la piel se haga trizas contra el suelo
para empezar de nuevo y admitir que al fin
la sequía del pasado dio sus frutos poblados
de agujas o de ausencias y sin embargo
hace falta querer dejar ya el desierto
que arrancara versos de mi garganta asfixiada
y sentir de nuevo el deseo en la mirada
y querer sentir lengua sobre lengua
y dejarse llevar por la lujuria fiel escape
y que esa palabra estéril
esa boca de mujer fértil
se transforme en herramienta del deseo
mi cuerpo y otro cuerpo
y un halago como sustento
y una nueva mirada incipiente como aliento
que desde el otro lado del cobijo que le precede
te desea y no se atreve.

lunes, 24 de mayo de 2010

BUSCANDO LOS LLANOS

.

Hay huellas entre las huellas,
Hay un reguero de pasos entre tus pasos
Que regresan hacia el pasado
Y se hace duro seguir de frente
Cuando pesa el camino de repente
Y se hunden las botas en la nieve
En el barro en el surco del presente
Y no volver tras tu rastro ligero
Como en un sueño se vuelve reto
Y no quedarse quieto que amenaza ventisca
Y la mente al instante te encisca
Es sencillo entonces perder la pista
aunque en tus ojos vibra aún una chispa
Y la idea del regreso absurda
Hará de ti sólo ceniza burda
Porque sólo es posible afrontar la siguiente curva
Sacar el pie del fango y dar otro zanco
Aunque te tire la herida
Seguir buscando el alto de los llanos
Mientras te quede vida
Mientras dure la subida.

LIBERACIÓN

.
Los hijos del hombre en su rincón
devoran la borra que sobra
y les sirven en cajones de madera
las aves carroñeras
de septentrión.

Mientras tanto un mandatario en su sillón
decide los designios de un pedazo de nación
con una foto y un botón.

En el rotativo alguien ladraba
de paz y liberación.

Despegaba a la señal otro semidios
y en su vientre de dragón
roncan mil necios, diez tanquetas y un camión.

Y la borra que sobra
y la máscara de salvación
y la conciencia tranquila
metidas en un cajón.

viernes, 30 de abril de 2010

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte III: Al otro lado del cristal

.
Resbalan los recuerdos de la noche
por tu espejo
dejando la pátina de tu aroma
de tu risa
de tu sexo
mientras busco en ellos
y en mis ojos
tu reflejo.

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte III: Al otro lado del cristal

.
Resbalan los recuerdos de la noche
por tu espejo
dejando la pátina de tu aroma
de tu risa
de tu sexo
mientras busco en ellos
y en mis ojos
tu reflejo.

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte III: Al otro lado del cristal

.
Resbalan los recuerdos de la noche
por tu espejo
dejando la pátina de tu aroma
de tu risa
de tu sexo
mientras busco en ellos
y en mis ojos
tu reflejo.

sábado, 20 de marzo de 2010

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte III: Al otro lado del cristal

.
CREZCO DECREZCO

…es el fracaso de la masa y el dogma.
Individuos forman inmensas tribus aferrándose tan solo a la seguridad de su supervivencia.
Revoluciones radiadas fracasan por no afrontar el vacío de sus miembros.
Ceñidse una vez más el medio a la cintura.
Esclavismo del movimiento y rigidez en las costuras.
Aniquilación del bestialismo.
Como reacción, más acción.
Actitudes repetitivas basadas en discursos televisados y en heridas aún abiertas
y falta de silencio.
Sólo una voz que susurra en el eco de nuestras oquedades.
Sólo un trazo que seguir escrito en las hojas, la niebla.
Un solo trazo que seguir desdibujado en el pecho, la sombra.
Mansedumbre, muchedumbre.
¿La razón para estar vivos?
No, no hay razón.
No hay razones que amparen nuestros pasos.
Sólo un solo corazón que late tras todos esos ecos descompasados.
Sólo mentiras que tapan sus latidos.
Sólo formas y colores, olores, frío.
Recuerdos y descontento como arena borrando el rastro.
Revolución,
evolución
ya escritas en el marco de nuestra cultura
pero ausencia en la mirada de la sombra que camina.
Ausencia, miedo, tristeza o locura…

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte III: Al otro lado del cristal

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A ORILLAS

Hay una hoja en el recuerdo
sujeta a las estaciones.
Hay un río en los presentes
que sube y baja en el invierno y el estío.
Hay un roble que sueña con ser sur
y se delata desnudo en cada invierno.
Hay mareas, tormentas, crecidas y sequías
en las que sucedemos colgados
de la línea del tiempo.
Hay un sol y una sombra bajo cada cielo,
una niebla que hoy es flama.
Una piedra que bebe del agua y sin embargo
su dureza no alcanza para filtrar
tanta angustia.
Hay un pino que se resiste a ser río,
aunque en su talla se adivina
la resignación a su destino.
Hay un poso que es la noche
pero que se torna luz en sus humores.
Hay un ego en cada planta erguida
que se confunde con las otras para ser ribera.
Hay un foso o una sima donde creerse erguido
y un alto en aquella sierra para revolverse insignificante.
La meseta devuelve su aridez cuando
la habitas,
y la condición de tu estatura
te hace perder la dimensión de lo que no te rodea.
Hay una brizna de hierba y un tronco seco
para encontrarnos
con lo que algún día seremos...

viernes, 5 de marzo de 2010

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte III: Al otro lado del cristal

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PARO… 2

paro y trabajo desuso y destajo mortifican edifican trafican pacifican santifican y lo peor es que no les replican marchan a su antojo y con el dedo en tu ojo flojos en el fondo flojos cojos recojos despojos no os merecéis ni una mierda de anteojos ¡ay si os cojo! ¡buagh! buagh si os cojo que me da la fatiga dolor de barriga que solo oleros me vuelve panza arriba olores y dolores solo de obrero que solo él y el jornalero saben comerse un puchero y no vosotros bandoleros que os damos todo hecho y nos guardáis despecho ¡desechos! mal hechos mal paridos aturdidos por el brillo la moneda es un gris invento así que antes que ceniciento me arriesgaré a comprar pan con tiestos y es que encima nos queréis hacer pagar los desperfectos ¡anda ya! que si os pillo os reviento pero no que ni pa eso os ganáis el pienso y yo pienso hermanos que andáis algo tensos pero a mí me la pela así que al carajo que yo me najo y vuestro tajo bajo os lo coméis con ajo majos.

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte III: Al otro lado del cristal

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SOMOSASOMOS

¿Somos o no somos?
Somos asomos.

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte III: Al otro lado del cristal

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PRONÓSTICO HASTA CUÁNDO

Sé que reposa el alba más allá de esta borrasca.
Sé que los presagios para mañana sólo son presagios
y casi siempre fallan.
Sé que este invierno es una senda a la primavera
y ya me contaron lo de que el agua sube en espiral
hasta recaer y rebrotar.
Pero venga ya.
¿Cuánto más se puede alimentar este manantial?
¿Cuándo va a bostezar el sol en esta sierra dormida?
Toda esa semilla latente en la tierra batida…
Toda esa promesa de vida…
¿Cuándo va a germinar?

martes, 2 de marzo de 2010

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte III: Al otro lado del cristal

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¿Dónde estás?
Dónde estás hoy que te quiero besar hoy que quiero rebosar hoy que te quiero hurgar hoy que te quiero tocar y sentir tu rostro al cielo de perfil hoy que me cuesta vivir sin ti hoy que quiero resurgir en ti mezclarme en ti hundirme en ti que te mezcles en mi ser hasta hacerme desaparecer reverdecer en tu lecho revivir las mañanas que me tuvo preso duérmeme hoy con tus besos acaríciame hoy el pene el pecho dame techo que no lo encuentro sin tu seno que no me vale con masturbarme en verso ni masturbarme el cuerpo cuándo llega tu orgasmo primero cuándo la curvatura de tu cuerpo entero cuándo ese beso entreabierto entre jadeos y nuestros cuerpos convulsos de repente unidos ausentes yacentes uno junto al otro de costado o no o yo sobre el potro generoso de tu horcajada o enzarzados en tu entrepierna y tú medio recostada o sobre mí vibrante latente hechos un solo ser un solo gozo un solo cuerpo enredado sintiente un solo alarido hecho de mil voces de mil sonidos y caer rendidos sumidos en un solo abrazo jadeante y así fundidos desplomarnos dormidos exultantes excéntricos agonizantes extáticos perdidos.

sábado, 27 de febrero de 2010

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte III: Al otro lado del cristal.

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. “No dormiréis, malditos de la espada”
Rafael Alberti

Aunque dormisteis al fin
y despertasteis, malditos.

Malditos de la espada manchados de la sangre reseca de entonces,
hecha parné, no ya carne.

Despertasteis y nos dormisteis
ya no con hojas afiladas ni balas para acallar las almas,
sino con otras hojas, no ensangrentadas,
pero sangrantes de libertades;
sino con otras balas más brillantes,
hechas de papel de plata.

Dormisteis y despertasteis ladrones,
no ya asesinos,
porque muertos los ya muertos
os interesa más tenernos vivos.
Consumidores, no consumidos.
Compradores, no vendidos como vendisteis
a los hijos del campesino.

Os renta más, en fin,
provocar la usura que la fisura.

Por estar vivos pagamos las cuentas de los vencidos
y de los bandidos, y dejamos de ser hacinados
para ser asalariados.
Dormisteis, malditos.
Dormisteis al fin, cabrones,
estabais vivos.
Descansasteis y despertasteis y nos vendisteis el filo
de la paz del que paga y calla,
el sosiego del que gana y gasta,
pagando vidas con vales a canjear
por la mierda que os fabricamos
muertos en vida cada mañana.

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte II: Entre la espalda y la pared

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AYAHUASCA

Plantas y plantas,
ecos y ecos.
Las palabras que no alcanzan
a desentrañar el lazo en mi pecho
por ser cobra privada del cielo.
Por ser simio hechizado de cumbres.
Por ser hombre bajo techo ajeno.
Por ser tierra.
Por haber muerto y renacido.
Por descubrirme ligado al reino de todo lo que respira dentro.
Por enamorarme del viento.

martes, 16 de febrero de 2010

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte II: Entrela espalda y la pared

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INTENTOS

Me interno entre las olas mansamente,
a contracorriente,
y no logro nunca dejar de hacer pie
mas que en la fosa abisal de tu entrepierna.
Enciendo otro cigarro para que su humo
me libre de saturarme con el olor de tanto cuerpo.
Me reinvento o eso creo.
Inundo mi cabeza de versos
intentando en vano acorralar todo entendimiento.
Rebozo mis piernas y mi pecho con los colores de la tierra
por ver si así me fundo con el suelo y ni aun así.
Extiendo mis brazos cuanto puedo
y reto al cierzo a que me lleve lejos
pero no logro alzar el vuelo más allá de tu lecho
y allí, menos mal, me pierdo
y desdibujo los contornos a través del tapiz de tu pelo.
Cambio el rumbo de mis manos.
Cambio el gesto y te sonrío.
Hundo mis pasos en la niebla por ver si al otro lado
me vuelvo invisible o me extravío
pero las luces difusas de los faros y mi ruina
me trazan siempre este mismo camino.
Por suerte al final siempre vuelvo a tu ombligo
y allí me demoro, pero no es suficiente hechizo
como para que desaparezca el tiempo.
Así que desisto.
Asumo mi cuerpo partido,
mi trazo torcido.
Regreso…

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte II: Entre la espalda y la pared

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HASTÍO

Hastío de pretenderme inerme
en la insensata cotidianeidad
que una y otra vez me arremete
por saberme defendido.
Rígido. Macizo.
Hastío.

Hastío de no conseguirlo
y de vestirme de despiste
y de olvidarme los contornos
y de disiparme otra vez en tu recuerdo.

El laberinto de calles se vuelve escudo
y me pierdo y parapeto por tres días,
por dos noches si te encuentro.
Hastío.

Hastío de que este hastío
no lo sienta como el propio
y lo excuse como el común
que se expande y me invade.
Y aunque por fuera carcajee,
dance o te seduzca,
juegue al despiste con la noche
y goce de ti hasta el amanecer,
y aunque al alba exhausto insomne
redacte mil líneas como exorcismos
contra mi sombra en el papel,
me hastío y me alzo al día,
desde tu cama a la ciudad, abajo,
y redescubro mil rincones en mi seso
y el asfalto que ya no logro reconocer
como propios y me hastío.

Y hastiado de defenderme
por pensar que todo me arremete,
vuelvo a la noche exhausto
y dejo caer los brazos crispados
de amenazas ideadas de la nada
y me repliego al fin a tu almohada
y me rindo expuesto a los sueños
y al fin duermo.

viernes, 12 de febrero de 2010

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte I: A este lado del espejo

.
1.

No, diré que no
a ese límite de lo que soy
al margen de lo que fui.

2.

No diré que no
a ese límite de lo que soy,
al margen de lo que fui.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte I: A este lado del espejo

.
DE VUELTA

Vengo siguiendo el rastro del agua,
pero tampoco aquí doy con la soledad de la mata.
Porque siempre me acompañan dando saltos y saltos
en el hueco entre mis orejas rojas.
¿Los oyes? Hablando siempre cuando todos callan.
Siempre. Siempre hablan,
y su jerigonza revuelve en una sola frase ininteligible, infinita, caótica,
el pasado que siempre condena,
el futuro que casi nunca alberga mi misma esperanza,
los esfuerzos, sólo los errados,
los quehaceres, siempre vanos,
la herida abierta en el mapa de mis distancias,
la pereza que creen inmerecida y hacen creer tortura,
todas, todas las palabras.
¿Sabes tú acaso acallarlas?
Dales la dulce muerte que todo lo aplaca.

La de los ruidos que ya no forman parte de la parte que te toca.
Por ser sombras y más sombras.
Que se extingan a la luz para ser alma.
Sólo luz, sólo ánima.

Pero cómo si nunca callan.
Si nunca, nunca, nunca callan.

GRACIAS

De ahora en adelante tengo que agradecer a Nico, con la mediación de Francho, que pueda continuar colgando aquí mis cosas. Mil gracias.

miércoles, 27 de enero de 2010

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte I: A este lado del espejo

DE PARÓN Y CIEGO

Se acumula el polvo por los rincones de mi imaginario
y apenas si dejo que el tiempo se enrede en ellos,
viajes inventados y deseos que desoyen el momento
se enmarañan con cabellos encontrados en mi ropa,
con la tierra que me dejó el pasado,
con risas y miserias esparcidas por el suelo
que buscan la salida a la superficie del instante
aunque en los momentos de delirio por afán de calma,
de ebria evasión del miedo, ojalás o recuerdos,
sólo dan con los rincones del territorio que me sostiene.La luz tarda en llegar como una promesa cada vez que la pierdo.

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte I: A este lado del espejo

AL TRASTE LA DISTANCIA

Por qué tristes me preguntas, por qué
tristes montes. El abismo que nos separa,
la pobre onda que nos comunica.
Qué tienen de tristes, me interrogas.
Mi tristeza con ellos, me replicas. Cierto.
Mi tristeza…
Fue un desarraigo mi tristeza.
Expectativas, supongo.
Algún quebranto.
Dos inviernos que se pegaron a mis botas.
Seno y matriz.
Cárcel y puerta abierta.
Tristeza. Mi tristeza…
Tristes montes.

sábado, 16 de enero de 2010

Y YO DÓNDE ME ENCUENTRO. Parte I: A este lado del espejo

ENREDADO DENTRO

Cuerpo
sólo cuerpo
materia casi inerte
y sin embargo sueño
amo pienso
me retuerzo y me esfuerzo
por dar con el dilema y quizás con su respuesta
alma
entonces alma
espíritu errante que me mora dentro
recipiente pero cuerpo
pues sediento de vino y sexo
¿pero no será eso otra cosa sino alimento vano
sucedáneo incierto
para la hambruna de silencio?
o es hambruna de otro cuerpo
cuerpo...
¡alma cuerpo!
¡silencio!
¿dónde queda pues lo que soy?
¿de dónde brotan los deseos
este insomnio los anhelos?
los sueños...
¡silencio!
¡silencio! Clama el alma ¡silencio!
clama el cuerpo
¡ay pero y el seso?
ese parásito de lo que soy
ese demente que ruge como el cierzo
que arrastra esta falta de silencio
esta ausencia de tu cuerpo
esta amargura este afán
tanta verborrea tanto desconcierto
¡silencio!
alma
cuerpo
silencio... hay tanto estruendo
y sin embargo duermo
pero no en mi alma duermo
pero no en mi cuerpo
duermo y sueño que estoy vivo
y sueño y me debato con la idea
de quién soy si estoy despierto

LA HORA DE LA CRISÁLIDA

De un cuento que me contó Sara.

El jarro que gotea y riega así las flores de la vereda
el caracter inútil el trazo absurdo que rubrica la huella única de cada vida
el pedazo quebradizo que evita que se descomponga
cada unión caprichosa de materia inerte que sin embargo respira
el traste inútil que es el tesoro de cada casa llena de vida o ruina
la ceniza gris la lágrima la carcajada que nos protejen del frío y la monotonía
y que hacen posible que cada noche decline el día
y prometen que volverán al alba que todo seguirá igual
y que entonces serán distintas.