domingo, 6 de junio de 2010

QUÉ GRAN SOLUCIÓN

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...pobre parado, qué despistado,
¡si hoy ni ha cenado!
Qué desgraciado.
¡Hay que ayudarlo!
¡Hay que insertarlo!
¡Reeducarlo, recuperarlo, reorientarlo!
¡Hay que hacer algo!
Se nos ocurre subvencionarlo,
entretenerlo, reciclarlo.
Ya no queda otra: apadrinarlo.
¡Y es que hay que callarlo!
¿Y darlo en adopción,
como a uno de esos niños del montón?
¡Se lo llevaría un guiri,
se dejaría un pastón!
Y en el lote le incluímos dos ninis,
un pensionista, un inmigrante
y un ladrón.
¡Se bajarán los impuestos!
¡Reinará la ilusión!
¡Nos votarán felices!
Ay...
qué gran solución.

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